'Competencias' para una formación crítica : la perspectiva de un pedagogo

Abstract

El término “competencia” es omnipresente. Es la palabra que se usa tradicionalmente para remarcar toda la filosofía que define a un buen profesor, a un buen trabajador social, a un buen dentista y etcétera, siempre en el campo de la taxonomía de las “competencias”. En aquello que se refiere al aprendizaje, y sospecho que esto puede aplicarse a muchas otras formas de acción humana, su discurso da más valor a un tipo de aprendizaje basado en las competencias más comercial y enfocado al mercado (Gadotti, 2008, p. 43). El enfoque, en estas circunstancias, suele ser positivista y técnico-racional, basado en la ‘performatividad’ (según Lyotard, que puede medirse en términos de resultados directos y cuantificables) (1989) y que refleja una perspectiva que prioriza el espíritu emprendedor, la competitividad y la movilidad de capital y trabajo en un mundo caracterizado por la intensificación de la globalización. Sobre este tema se ha escrito mucho y yo he contribuido personalmente al debate (ver English y Mayo, 2012; Mayo, 2012). La literatura es tan amplia y tiene tanta disponibilidad que no es necesario que, en una intervención tan corta, repitamos todas sus características.