Politics, power, and culture : Gramsci, Milani, Freire, Nyerere, Giroux and the politics of cultural representation, interpretation and contestation

Abstract

This thesis is intended to demonstrate how, in different contexts and circumstances, politics, education, culture and power are inextricably combined. It is intended to give flesh to Antonio Gramsci's argument, to foreground a key source of inspiration for my ideas concerning cultural production and dissemination, and the first figure to be discussed in-depth (the next chapter), that every relationship of hegemony is an educational relationship. These concepts - power, culture, and education - are once again discussed in their broader contexts and as capillary (Colin Gordon, in Foucault, 1980: 255). They spread beyond the institutions that are prima facie and simplistically regarded as their sole agencies. Education and culture are used by Gramsci in the statement regarding hegemony, highlighting the consensual and repressive bases of power, in their widest sense possible, involving formal, informal, and non-formal sources and a strong degree of interaction between them. Their clear demarcation is done for purely heuristic purposes. There is a considerable degree of interaction among them. The complexity of their interrelation mirrors the complexity of life itself. One does not exist exclusive of the other. The last two chapters prior to the Epilogue will strongly suggest this. Everything is integral in my conceptualisation in this thesis. Gramsci, himself, as I show in the next chapter, uses the term ' integral' regarding the State, despite his acute and often meticulous analysis of its component parts. Cultural production, including education, therefore cannot be isolated from interactional and overarching social structures and challenges. They are not independent variables. They therefore contribute to processes of change but cannot bring about change on their own and, in Marx's and Engels' words, in The 18th Brumaire of Louis Napoleon, not under conditions of their own making. This is a recurring consideration throughout the various chapters, one expressed in many ways by the chosen authors. These thinkers/ activists are not unique in this and their relevance to this thesis. I confined myself to engaging with those whose oeuvre I studied best. There are many others of great relevance but whom I have not studied in similar depth to be confident of dealing with at a similar level. There are others about whom I co-wrote and published but I do not have copyright authorisation to reproduce in this work. These include Ada Gobetti and Gabriela Mistral. I suggest the reader of this thesis consults Paolo Vittoria and my book containing the relevant chapters, together with those on Amilcar Cabral, the Movimento Trabalhadores Rurais sem Terra (MST) and the Feminism of Difference, the last mentioned also focusing on Italy.

Esta tesis pretende demostrar cómo, en diferentes contextos y circunstancias, la política, la educación, la cultura y el poder se combinan de manera inextricable. Se pretende dar forma al argumento de Antonio Gramsci, poner en primer plano una fuente clave de inspiración sobre la producción y difusión cultural. La primera figura que se discutirá en profundidad es que toda relación de hegemonía es una relación educativa. Estos conceptos –poder, cultura y educación– se discuten una vez más en sus contextos más amplios y como capilares (Colin Gordon, en Foucault, 1980: 255). Se extienden más allá de las instituciones que prima facie y de manera simplista se consideran sus únicas agencias. Educación y cultura son utilizadas por Gramsci en el enunciado sobre la hegemonía, destacando las bases consensuales y represivas del poder, en su sentido más amplio posible, involucrando fuentes formales, informales y no formales y un fuerte grado de interacción entre ellas. Su clara demarcación se realiza con fines puramente heurísticos. Existe un grado considerable de interacción entre ellos. La complejidad de su interrelación refleja la complejidad de la vida misma. Uno no existe excluyendo al otro. Los dos últimos capítulos anteriores al Epílogo lo sugerirán firmemente. Todo es integral en la conceptualización en esta tesis. El propio Gramsci utiliza el término "integral" respecto del Estado, a pesar de su análisis agudo y a menudo meticuloso de sus partes componentes. Por lo tanto, la producción cultural, incluida la educación, no puede aislarse de las estructuras y desafíos sociales interaccionales y globales. No son variables independientes. Así, pues, contribuyen a los procesos de cambio, pero no pueden provocar cambios por sí solos y, en palabras de Marx y Engels, en El 18 Brumario de Luis Napoleón, no en condiciones que ellos mismos hayan creado. Esta es una consideración recurrente a lo largo de los distintos capítulos, expresada de muchas maneras por los autores elegidos. Estos pensadores/activistas no son los únicos en esto y en su relevancia para esta tesis. El autor se ha limitado en exclusiva a relacionarse con aquellos cuya obra estudió mejor. Hay muchos otros de gran relevancia pero que no ha estudiado con la misma profundidad para estar seguro de poder tratarlos a un nivel similar. Hay otras personas sobre las que coescribió y publicó, pero no obtuvo la autorización de derechos de autor para reproducir en este trabajo. Entre ellas se encuentran Ada Gobetti y Gabriela Mistral. El autor sugiere al posible lector de esta tesis consultar a Paolo Vittoria y su libro que contiene los capítulos relevantes, junto con los de Amilcar Cabral, el Movimento Trabalhadores Rurais sem Terra (MST) y el Feminismo de la Diferencia, este último mencionado también centrado en Italia.